La legalización del autocultivo de la planta Cannabis sativa L. para consumo personal se debatirá mañana en la Asamblea de la República (AR), en una audiencia en la Comisión de Salud a los peticionarios que invocan derechos humanos inalienables para el cultivo de cannabis.
La petición fue presentada en AR el 22 de julio del año pasado, con Daniel Alejandro de Marçal Ribeiro como primer peticionario, y fue aceptado en AR con solo 23 firmas. A pesar de no contar con las 4 firmas necesarias para ser discutida en Pleno, la petición fue enviada a la Comisión de Asuntos Constitucionales, Derechos, Libertades y Garantías el 14 de noviembre de 2019, la cual solicitó su redistribución a la Comisión de Salud “por tratarse de materias de la competencia más directa de esta última Comisión”. De hecho, en el oficio se lee una nota manuscrita de Luís Marques Guedes, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Derechos, Libertades y Garantías, que expresa lo siguiente: “A la Comisión de Salud, si bien la Comisión 1ª no puede permanecer indiferente al contenido de la petición, ya que la referencia al consumo personal se refiere a leyes de carácter foral y los propios peticionarios se refieren a la existencia de derechos humanos inalienables”.
Daniel Marçal, el peticionario 1, asegura que dedicó dos años a preparar todo el texto en el que se basaba la petición, incluidas más de 40 páginas de bibliografía. “Cannabis: Fundamentos para la solución de un problema social” es un documento de 280 paginas, de los cuales solo 40 son referencias y bibliografía.
“Es un derecho de los ciudadanos sembrar y cosechar plantas, ya sea para alimentación o tratamiento médico, así como para el simple bienestar, la ornamentación o la producción de bienes. El derecho a la salud, el bienestar, la libertad y la igualdad está consagrado en los principios fundamentales de la constitución de la república y en la carta universal de los derechos humanos. El objetivo es establecer, de forma lógica e irrefutable, mi derecho como ciudadano (y el de quien suscriba el documento) a plantar y consumir cannabis. Como no existe ningún tipo de argumento lógico para mantener la prohibición, como se demuestra en este trabajo, el gobierno tiene la obligación de derogar las leyes que restringen las libertades individuales que impiden a sus ciudadanos producir y consumir plantas, y como es claramente injusto, la ley debería no ser ejecutada”, argumenta daniel marcal en la introducción del documento: “Este ensayo es una petición en forma de tesis sobre el cannabis”.
Los argumentos son numerosos y van desde las propiedades medicinales del cannabis hasta el derecho inalienable de cada individuo a tener acceso a “un alimento con propiedades beneficiosas únicas y fuente de materias primas”.
materias primas para la industria”.
El texto de la petición se puede leer completo aqui y continúa recibiendo suscripciones en el sitio web de petición pública, contando actualmente con más de 2.200 suscriptores.
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Imagen destacada: sitio web Parliament.pt