Argentina acaba de aprobar el autocultivo de cannabis para uso medicinal, adelantó este jueves el The New York Times. Un nuevo decreto, emitida por el presidente Alberto Fernández, también prevé que los medicamentos recetados por los médicos sean reembolsados por las compañías de seguros y que las farmacias vendan aceites, cremas, preparados magistrales y otros derivados vegetales. Las personas que no tienen cobertura de salud o seguro pueden tener acceso a medicamentos de forma gratuita.
“Es imperativo crear un marco normativo que permita el acceso oportuno, seguro, incluyente y protector de quienes necesitan utilizar el cannabis como herramienta terapéutica”, dice el reglamento de la ley de cannabis medicinal, que reemplaza a la que estaba vigente desde 2017, y que ahora incluye cualquier indicación o patología. Hasta la fecha, el cannabis solo estaba indicado en la epilepsia refractaria.
Argentina llega así al final de una lucha de varios años, protagonizada esencialmente por la Mamá cultiva, integrado por madres de niños enfermos que necesitan acceso al cannabis medicinal, y pone fin a la criminalización de todos aquellos que lo cultivan con fines terapéuticos. Los cultivadores domésticos necesitarán una licencia según sus necesidades médicas.
“Llevamos tres años luchando por esto”, dijo a The New York Times Valeria Salech, presidenta de Mamá Cultiva. “Ya no seremos criminalizados por buscar una mejor calidad de vida para nosotros y nuestros seres queridos”. Salech se convirtió en una firme defensora del cannabis medicinal cuando vio los efectos positivos del aceite de cannabis en su hijo, Emiliano, que tiene epilepsia y es autista. Emiliano, ahora de 14 años, ha estado usando aceite de cannabis durante seis años.
Quien lo cultive debe inscribirse en el Registro del Programa de Cannabis (Reprocann), que emitirá los permisos. “Los pacientes podrán solicitar la obtención de la autorización de cultivo por sí mismos, a través de un familiar, de un tercero o de una organización civil autorizada por la Autoridad de Aplicación”, dice la nueva ley. Para obtener la autorización será necesario disponer de receta médica, y la normativa no establece un número máximo de plantas por vivienda, dejando este tema para futuras resoluciones.
La ley también prevé promover la producción pública, a través de laboratorios vinculados a la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos, luego distribuidos por el Banco Nacional de Medicamentos Oncológicos y farmacias.
Las asociaciones cannábicas celebraron la decisión del Gobierno, considerándola un gran paso hacia una ley integral que regule todos los usos de la planta. "¡Por fin! La nueva normativa es un avance que nos compromete a continuar con el trabajo de ampliación de derechos. La libertad de la planta es la libertad de todos”, dijo Valeria Salech, presidenta de Mamá Cultiva, una de las organizaciones más activas en Argentina a favor de la legalización.
Esta medida, que ahora autoriza el autocultivo, amplía significativamente el alcance de la ley de 2017, que legalizó el cannabis medicinal en Argentina, y es un paso más en la despenalización de las drogas en América Latina. También en 2017, Uruguay legalizó el cannabis recreativo, vendido en farmacias, y Colombia estableció un sistema de licencias para cultivar cannabis medicinal.
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Foto destacada: Davide Ragusa @ Unsplash