Hong Kong clasificará oficialmente el Cannabidiol (CBD) como una “droga peligrosa” a partir de este miércoles 1 de febrero e impondrá severas sanciones por su transporte, producción, posesión y consumo. En conferencia de prensa, el jefe de la autoridad de servicios aduaneros, Au-Yeung Ka-Lun, enfatizó que transportar, importar y exportar CBD para la venta, así como producir, poseer y consumir la sustancia, será “ilegal y punible con graves consecuencias”, como multas de hasta 5 millones de dólares de Hong Kong (más de 585 mil euros) y/o prisión, que, según los casos, puede llegar a cadena perpetua.
La medida provocó la indignación de los partidarios del CBD, quienes argumentan que la sustancia puede tratar una variedad de problemas de salud, incluida la ansiedad, y no produce efectos psicotrópicos como el tetrahidrocannabinol (THC), que ya está prohibido en Hong Kong.
Anteriormente, el CBD, derivado de la planta de cannabis, era legal en la ciudad y los bares y tiendas vendían productos que lo contenían. Sin embargo, el gobierno de Hong Kong decidió prohibir la sustancia debido a las dificultades para aislar el CBD directamente de la planta, la posibilidad de contaminación por THC durante la producción y la facilidad con la que el CBD se puede convertir en THC y otros cannabinoides semisintéticos.
La prohibición afectará a docenas de negocios de Hong Kong, incluidos los cafés, que han abierto la venta de productos con infusión de CBD, como gomitas, bebidas y otros. En octubre de 2022, se notificó a los residentes que tenían tres meses para desechar sus productos de CBD en cajas especiales ubicadas por toda la ciudad.
La categoría de "drogas peligrosas" de Hong Kong incluye sustancias como la heroína y la cocaína, así como el propio cannabis. Esta prohibición del CBD por parte del gobierno de Hong Kong se alinea con la posición de China continental, que prohibió la sustancia en 2022.
Fuertes multas y cadena perpetua
El titular de la autoridad de servicios aduaneros, Au-Yeung Ka-lun, declaró en la conferencia de prensa que “a partir del 1 de febrero, el cannabidiol, también conocido como CBD, será considerado como una droga peligrosa y será supervisado y controlado por la Ordenanza sobre Drogas peligrosas”.
Además, Au-Yeung señaló que transportar, importar y exportar CBD para la venta, así como producir, poseer y consumir la sustancia, será ilegal y punible con graves consecuencias. Importar, exportar o producir CBD puede resultar en una sentencia de prisión (hasta cadena perpetua) y multas de hasta 5 millones de HKD (aproximadamente 585.350 1 €), mientras que la posesión de CBD puede resultar en una sentencia de hasta siete años y multas de hasta a 117.000 millón de HKD (aproximadamente XNUMX €).
El jefe de división del Comando Aeroportuario del departamento de aduanas, Chan Kai-ho, explicó que, a pesar de las severas sanciones, las autoridades abordarán caso por caso la implementación de la nueva medida y buscarán asesoría legal de el Departamento de Justicia para determinar otras acciones. También destacó la política de tolerancia cero del gobierno hacia las drogas en Hong Kong y subrayó que "lucharemos contra todo tipo de drogas peligrosas desde todos los ángulos y para todos los propósitos, y la acción policial basada en la información es nuestro principal objetivo".
En Asia, la mayoría de las naciones mantienen leyes estrictas sobre drogas e imponen penas severas a los infractores, con la única excepción de Tailandia, que legalizó el cultivo y la posesión de cannabis en 2022.
Paradójicamente, fue en China donde se describió el primer uso del cannabis en medicina, con su uso descrito en la farmacopea más antigua del mundo, la Pen-Ts'ao Chin, fechada en el año 2.700 a.C., que hace referencia al uso del cannabis en la tratamiento de diversas patologías, como dolores reumáticos, problemas intestinales, malaria y problemas en el aparato reproductor femenino.