Los talibanes promulgaron recientemente una ley que prohíbe el cultivo de cannabis y cáñamo en Afganistán, según una publicación de su líder, Hibatullah Akhundzada, en Twitter. El nuevo decreto prohíbe estrictamente la plantación de plantas de cannabis y cualquier violación de esta orden dará lugar a la destrucción total de la cosecha y la imposición de un castigo en virtud de la ley Sharia. Afganistán es uno de los mayores productores de cannabis del mundo.
La declaración del líder talibán, compartida en el Twitter, enfatiza que el cultivo de cannabis y cáñamo en todo el país está completamente prohibido y que cualquier persona que viole esta orden será responsable de sus acciones. Además, se ha instruido a los tribunales para que impongan castigos severos a quienes violen esta ley.
Se espera que la prohibición del cultivo de cannabis por parte de los talibanes tenga un gran impacto en la economía del país y en el sustento de su población, que vive esencialmente de la agricultura y muchos del cultivo de cannabis y cáñamo. El gobierno aún no ha anunciado ningún cultivo alternativo para los agricultores, lo que deja a muchos de ellos inseguros sobre su futuro.
Burros cargan plantas de cannabis cosechadas en Baharak, Badakhshan. Foto: David Gill (2011), Red de Analistas de Afganistán – AAN.
Afganistán: uno de los mayores productores de cannabis del mundo
Afganistán es uno de los mayores productores de cannabis del mundo y, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se convirtió en el principal productor en 2010. El país tiene una larga historia en la producción de opio, que es la materia prima para la producción de heroína, como así como la producción de cannabis, con cultivo a gran escala en casi la mitad de sus provincias.
Un informe de 2010 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) afirmó que cada año se cultivan entre 9.000 y 29.000 hectáreas de cannabis en Afganistán, siendo el cultivo principal en 19 de las 34 provincias del país. Se cree que el comercio ilegal de cannabis alimentó la militancia en el país antes de que los talibanes asumieran el poder en 2021. Antes de llegar al poder, los talibanes supuestamente se habían beneficiado del comercio ilícito de ambas sustancias imponiendo impuestos a los agricultores y contrabandistas, permitiéndoles así la paso seguro de productos. El comercio de opio y cannabis en Afganistán también ha tenido efectos adversos en países vecinos como Pakistán, donde cada año se pasan de contrabando grandes cantidades de drogas ilegales a través de la frontera.
Cannabis: una planta histórica en Afganistán
Según un informe publicado por Red de analistas de Afganistán - AAN, la planta de cannabis es originaria de la región de la que forma parte Afganistán. “A lo largo de la historia humana, casi todas las partes de la planta se han utilizado: las fibras para hacer ropa, las semillas ricas en aceite como alimento, las hojas, las flores y la resina como medicina y, por supuesto, como droga psicoactiva. El hachís, elaborado con resina de cannabis, es una sustancia potente. Su producción en Afganistán se expandió más allá de los mercados tradicionales del país recién en la segunda mitad del siglo XX”.
Jelena Bjelica y Fabrizio Foschini de la AAN han reunido la escasa literatura histórica y contemporánea, informes, estudios y otras fuentes que detallan la historia cultural del cultivo de cannabis y la producción de hachís en Afganistán y han publicado un informe de dos partes: el cultivo y la producción y el consumo de hachís.