Recientemente se han conocido más detalles sobre el proyecto de ley alemán para regular el consumo de cannabis en adultos, que al parecer se centrará únicamente en las asociaciones. El diploma presentado por el ministro de Salud, Karl Lauterbach, busca regular claramente la producción y venta de cannabis y su consumo 'recreativo'.
La legalización del cannabis en Alemania parece estar moviéndose cada vez más hacia un modelo de asociación o club. Un primer proyecto de ley, distribuido por el ministro de Salud Karl Lauterbach, tiene como componente central de la legalización a las asociaciones, con diversas restricciones a su funcionamiento. En el proyecto de ley, que aún no ha sido aprobado por el gobierno, los establecimientos donde se puede comprar y vender cannabis deben ser puramente “asociaciones”.
Se prevé, como es normal en el proceso legislativo, que esta versión del diploma aún no sea definitiva, y es probable que todavía se produzcan cambios en posteriores deliberaciones en el Parlamento alemán (Bundestag).
Los planes de Alemania para la legalización
Los locales de las asociaciones cannábicas y donde se almacene y cultive cannabis deben estar cercados y asegurados, con puertas y ventanas a prueba de ladrones. Los invernaderos deben tener una pantalla de privacidad. Los diferentes estados pueden establecer distancias mínimas entre clubes y escuelas, parques infantiles, instalaciones deportivas, guarderías y otras instalaciones.
Además, cada asociación debe elaborar una estrategia de protección y salud de los jóvenes y designar un responsable de prevención y adicciones, que debe estar capacitado y asistir periódicamente a cursos de actualización. Los miembros de la junta directiva del club inscritos en el registro de asociaciones deben presentar un certificado de buena conducta.
Los clubes deben asegurarse de que se respeten los límites de residuos de productos fitosanitarios o fertilizantes. También deben llevar un registro del origen de las semillas, el número de plantas cultivadas y las semillas que almacenan. Las asociaciones también deben llevar registros de la cantidad de cannabis dispensada ya qué miembros.
Cada año, los clubes deben informar a las autoridades sobre las cantidades de cannabis (y los respectivos niveles de ingredientes activos, THC y CBD), cultivadas, vendidas o destruidas en el año anterior y cuál es el stock actual.
El cannabis solo se puede distribuir a los socios, con un límite mensual de 50 gramos, y solo en “envases neutros o sin envasar”, para no crear incentivos al consumo por parte de los jóvenes. Un prospecto con peso, fecha de recolección, fecha de caducidad, variedad y contenido de ingrediente activo (THC y CBD) en porcentaje debería ser obligatorio.
El proyecto de ley, que aún no ha sido aprobado, también contiene reglas para el consumo en la vía pública: aunque se legalice el cannabis, habrá restricciones al consumo en las inmediaciones de guarderías, colegios, parques infantiles e instalaciones deportivas o juveniles. Tampoco se podrá permitir el consumo en zonas peatonales entre las 7 y las 00 horas.
El proyecto, que pretende restringir estas sustancias a menores de 18 años, prevé que las secretarías de atención a la juventud (análoga a la comisión de protección de niños y jóvenes) puedan ordenar la participación en “programas de atención temprana” en caso de delitos con menores. Los jóvenes no pueden acceder a los espacios de los clubs cannábicos y los socios con edades comprendidas entre los 18 y los 21 años se limitarán a la compra de cannabis con un contenido máximo de THC del 10%, un máximo de 30 gramos al mes.
El proyecto prevé el límite de 500 miembros previamente divulgado, y sostiene que se debe permitir la posesión de hasta 25 gramos de cannabis y el cultivo de un máximo de tres plantas para uso personal. La venta gratuita en las tiendas dedicadas al efecto, uno de los modelos inicialmente previstos, quedará descartada por ahora. Sin embargo, se especula con la posibilidad de probarlo más adelante, a modo de proyecto piloto, en algunos municipios, a través de otra legislación diseñada al efecto.