Un estudio liderado por el investigador Attila Köfalvi, del Centro de Neurociencias y Biología Celular de la Universidad de Coimbra, concluyó que el cannabis podría mejorar el consumo de energía por parte del cerebro deficiente en la enfermedad de Alzheimer, adelantó recientemente la Agencia Lusa, Sic Noticias y el Público, citando una nota publicada por el Universidad de Coímbra.
Attila Kofalvi, neurobiólogo e investigador del Centro de Neurociencias y Biología Celular de la Universidad de Coimbra, es el primer autor del artículo científico publicado en la revista Neurofarmacología
(Foto: RD)
El artículo científico, publicado en 2016 en la revista Neurofarmacología, revela que el hallazgo, probado en ratones, radica en separar los efectos positivos y negativos del cannabis. El principal ingrediente psicoactivo del cannabis, el tetrahidrocannabinol (THC), actúa sobre dos receptores del sistema endocannabinoide ubicados en el cerebro, CB1 y CB2, y que se distinguen como “policías malos y policías buenos”.
“Los receptores CB1 están asociados con la muerte neuronal, los trastornos mentales y la adicción a diferentes drogas o al alcohol, mientras que los CB2, por el contrario, anulan muchas de las acciones negativas de los CB1, protegiendo a las neuronas, favoreciendo el consumo de glucosa (energía) por parte del cerebro y reduciendo drogodependencia”, dice la nota publicada por la UC. A través de varias técnicas de laboratorio, los investigadores concluyeron que “los receptores CB2, cuando son estimulados por análogos de THC modificados químicamente para interactuar solo con los receptores CB2 sin activar CB1, evitando así los efectos psicotrópicos y manteniendo los efectos beneficiosos, promueven una mayor captación de glucosa en el cerebro”, explicó Attila. Köfalvi, primer autor del artículo.
Una de las imágenes que ilustran las conclusiones del estudio realizado en la Universidad de Coimbra demuestra que el efecto del CB2 se extiende a otras células cerebrales, como los astrocitos, que ayudan al funcionamiento de las neuronas.
Experimentos adicionales con otras técnicas han demostrado que este efecto de CB2 no se limita a las neuronas, sino que se extiende a otras células cerebrales que ayudan a las neuronas a funcionar, como los astrocitos. “En el futuro, este descubrimiento podría allanar el camino para una terapia paliativa en la enfermedad de Alzheimer”, admite Attila Köfalvi. Varios Institutos de Investigación portugueses, españoles y argentinos colaboraron en la investigación.
Cannapress ya envió solicitudes de entrevista al investigador Attila Köfalvi para profundizar en las conclusiones de este estudio, pero por ahora el investigador no está disponible para dar declaraciones. También solicitamos una reacción a este descubrimiento y sus implicaciones para los pacientes portugueses del Comité Científico de la Asociación de Alzheimer de Portugal, pero hasta ahora no hemos recibido ninguna respuesta.
Se pueden consultar más estudios sobre cannabinoides en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer en la base de datos de PubMed.
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la muerte neuronal en ciertas partes del cerebro, siendo el tipo de demencia más común, que afecta a alrededor del 1% de la población portuguesa. Provoca el deterioro progresivo e irreversible de varias funciones cognitivas, como la memoria, la atención, la concentración, el lenguaje y el pensamiento, entre otras, lo que dificulta o incluso imposibilita que los pacientes realicen las tareas diarias más simples. El nombre se debe a Alois Alzheimer, médico alemán que en 1907 describió por primera vez la enfermedad.
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Foto destacada tomada del sitio web El proyecto de pensamiento libre